martes, 27 de octubre de 2009
Washington sordo ante la música cubana
Yelanys Hernández Fusté
yelanys@juventudrebelde.cu
27 de Octubre del 2009 0:21:28 CDT
La música cubana trasciende las fronteras de la Isla. Nuestra sonoridad, prolija en cultores de géneros autóctonos y de estilos foráneos, ha abierto una brecha en el difícil mercado fonográfico internacional. Pero no es una empresa fácil.
La política dictada por Washington también afecta la comercialización de la discográfica nacional y limita a las personas de otras partes del planeta a que escuchen el son cubano, la rumba, el bolero y toda esa tradición que lleva la melodía criolla.
Para la disquera Bis Music, con 15 años en el giro discográfico, el bloqueo estadounidense es tangible cuando erige una barrera que impide acceder a los mercados, participar en ferias y certámenes del sector realizados en el país norteño, e imposibilita allí las presentaciones en vivo de nuestros artistas.
Ela Ramos Rodríguez, su gerente general, señala que, en esos términos, el territorio norteamericano nos está prácticamente vedado. «No podemos llegar con nuestros discos, ni con nuestros artistas, ni siquiera con la promoción que se les hace.
«En la actualidad con el tema de la producción discográfica tenemos que buscar mercados alternativos y fábricas en distintos lugares, lo que encarece los costos y los fletes, sin mencionar otros gastos y riesgos que hay que asumir por la lejanía.
«Desde el punto de vista de los clientes, muchos de ellos nos compran a través de terceras empresas por el temor de resultar multados si negocian con la Isla.
«Un ejemplo clásico son los Grammys Latinos. En la edición de este año, Muñequitos de Matanzas está nominado con el disco hecho por nuestra disquera, D’ palo pa’ rumba. Producido por el pianista Frank Fernández y Cary Diez, ese es un álbum que, a pesar de contar con esa candidatura y de tener una amplia promoción, no se ha podido presentar en EE.UU.
«También está por ver si se aprueba la participación de la agrupación en el evento. Aunque se han hecho los trámites para que esto sea posible, en otras ocasiones han sido rechazadas.
«Nosotros hemos sido nominados en varias oportunidades dentro de esta categoría de la música folclórica, sin embargo, la popular bailable y la tradicional, tan fuertes en Cuba, escasas veces se insertan en sus correspondientes apartados.
«Las causas son muchas. Ahí se manejan diversos intereses, sobre todo los criterios de no dejar entrar productos de la Isla porque se sabe que tienen una alta calidad y, a la hora de la competencia, pueden peligrar los demás materiales presentados.
«El bloqueo afecta fundamentalmente la promoción de nuestros artistas, quienes, a pesar de ser de primer nivel, son prácticamente desconocidos en EE.UU. El pueblo norteamericano no los conoce prácticamente porque, por lo general, no tienen contacto de ningún tipo con ellos».
—¿Las limitaciones se evidencian también en las ferias discográficas y certámenes de ese corte?
—Casi siempre cuando vamos a un evento de este tipo, muchos empresarios se interesan en la música cubana, sobre todo en la tradicional. Pero si se trata del producto terminado, a la hora de hacer una exportación o que medie un contrato, ahí mismo se termina la negociación. Prefieren comprarlo a terceros.
«Tampoco podemos llegar a las grandes distribuidoras —SONY, BMG o Universal, trasnacionales que dominan la comercialización del disco—, sencillamente porque se manejan muchos intereses políticos y no te lo permiten.
«Porque al final, si se escuchara la música y se viera al artista en vivo, eso evidentemente sería una oportunidad de negocios. Ellos tienen los oídos sordos. Tratan de desconocerlo y, por lo tanto, lo obvian. Es así con cualquier manifestación. No solo sucede con la música».
—A pesar de esta situación adversa, Bis Music continúa su labor fonográfica...
—El catálogo ha ido creciendo cada vez más y toma mayor importancia. En estos momentos tenemos cubiertos casi todos los géneros musicales, y contamos con más de 600 títulos grabados.
«Bis Music tiene a varios artistas y agrupaciones que son exclusivos de la disquera, como Adalberto Álvarez, Haila, Yumurí y sus hermanos, Elito Revé, Bamboleo y Muñequitos de Matanzas. A ellos se suman otros creadores que reciben ese tratamiento. Y a pesar del bloqueo seguimos trabajando y haciendo muy buenas producciones».
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