domingo, 17 de junio de 2012
YOAN ZAMORA, UN “ACARICIADOR DEL ALMA”
Por Isis María Allen
Tan jugoso y dulce como la mejor piña avileña fue el concierto Para que vuelvas del trovador Yoan Zamora, quien estuvo acompañado de coterráneos de la plástica y la literatura para reafirmar la vocación integradora de la creación artística que promueve el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
De reconocimiento cultural y humano calificó Víctor Casaus, director del Centro Pablo, esta puerta abierta de A guitarra limpia para Zamora, en tanto, creador que además del desarrollo propio ha estimulado el de sus colegas de la canción en Ciégo de Ávila, a los que ha propiciado la cita con otros del país a través del Encuentro nacional de jóvenes trovadores, que anualmente se realiza en ese territorio de la región central de Cuba.
Presente en las palabras de Casaus estuvo la felicitación, en su escenario natural, a Jaime Canfux, quien junto a Olimpia Calderón, de los estudios Ojalá, obtuvo el premio Cubadisco 2012 en la categoría de Grabación en vivo con el CD Variaciones, de Maykel’s cuartet, igualmente galardonado como Opera prima.
Canfux, pilar de A guitarra limpia como dijo Casaus, fue largamente ovacionado en reconocimiento a su labor paciente, inteligente y profesional, en la grabación de todos los conciertos de este espacio.
También elogió a Maykel Elizarde y a los otros integrantes de su cuarteto, algunos de los cuales forman parte del trío Trovarroco, que sigue acompañando a Silvio Rodríguez en sus conciertos por los barrios habaneros, en los que el Centro Pablo ha estado presente con sus donaciones de libros y publicaciones.
Amenazado por la lluvia estuvo el concierto de Yoan Zamora, pero esto no frenó la asistencia de un entusiasta público entre el que se encontraba la profesora Ana Llorente de Otis University en California, quien participó en el proyecto Compartiendo sueños junto a diseñadores de Estados Unidos y Cuba, a fin de acortar distancias y estimular las respetuosas relaciones de amistad entre ambos pueblos.
Acompañado por músicos avileños dirigidos por el experimentado saxofonista Nelson Oney Peña irrumpió Zamora con su guitarra y melodías que acompañaron textos de gran contenido humano y poético, desde los motivados por seres allegados hasta aquellos que surgen de leyendas y otras tantas vivencias personales que por su modo de expresarlas dan sello a una lírica particular y distante de banalidades.
Este “acariciador del alma”, como lo expresa Jesús W. Calaña en el programa del concierto, envuelve con su dulzura y manera de decir, la que sólo pasa a ser tensa en textos críticos sobre nuestra contemporaneidad, en los que excelentemente se apoya en el jazz, y de lo que “Globalización” es un ejemplo, antítesis de “No se toca”, que es todo ternura.
Enriquecedores fueron los momentos que este joven trovador propició a sus coterráneos de la Fundación Nicolás Guillén en Morón, donde se dan cita las más diversas personalidades del saber que tengan algo que decir y aportar en un encuentro que protagonizan los escritores Lina Leiva y Larry Morrales, quienes en uno de sus poemas nos trajeron el Quijote que en estos tiempos necesitamos.
Loable también fue la presencia del artista de la plástica avileña Jorge Báez, quien mostró dos cuadros de su colección Ciudad en off, fruto del trabajo que desde hace 40 años viene realizando sobre la urbe. Uno de los aquí presentados tiene por nombre un número de carné de identidad que comienza con el año de la Protesta de Baraguá, a donde sugiere remontarse en esa búsqueda histórica de la cubanía.
Significativa también fue en este concierto la invitación que Zamora hiciera a la trovadora argentina Alejandra Rabinovich, con la siempre presente problemática de las abuelas de la Plaza de Mayo y de los tantos niños a los que se les ha cambiado la identidad e intentan encontrarse ellos mismos a través del recuerdo de sus familias.
Descarga algunas canciones acá.
http://www.aguitarralimpia.cult.cu/
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